No e pensando nunca como la vida pone problemas, como una sonrisa puede ser ancha y quebrada al mismo tiempo. Me pregunto por qué una palabra directa al hueso puede matarte tan rápidamente sin darte tiempo de respirar, ¿cuál es la fuerza con la que se debe jugar? ¿a quién le tengo que creer para aprender a vivir? ¿cómo aprender?
Estoy recién ahora aprendiendo a vivir, a escribir un llanto y conversar una sonrisa. Por ahora aun soy una niña, la cual cree en la magia de los sueños y la irrealidad de la vida. No me siento cómoda con el dinero, pero me siento millonaria al tener una razón de felicidad.
Creo que las horas a momentos se me hacen eternas, pero otras veces se escurren de mis manos como agua, las siento irse y la verdad ante mis ojos me hace dudar.
No hay realidad en un cuento de hadas, pero.. ¿si en una novela?, me e parado frente a un espejo tantas veces para encontrarle un sentido al reloj y la verdad a una ecuación... nunca puedo lograrlo, y hasta ahora presiento que jamás lo lograré. E aprendido a crear palabras en un diccionario que no existe, pero me son útiles y hasta me sirven.
No odio mi vida, no creo que la deteste... ¡menos! pero no soy cómplice de esta, si los secretos volaran en palabras la mías no valdrían nada, un minuto y un segundo solo da recuerdos a mariposas que quizá ni puedan recordar.
Aprendí a no odiar cosas que no puedo evitar, pero a momentos me es imposible... la inestabilidad de mi memoria y la fragilidad de mi animo no me convence de nada de esto, la vida me consume como un cigarrillo y no puedo evitarlo, el cansancio en miradas jóvenes no es normal (no creo que yo lo esté ciertamente) pero e comenzado a desesperarme, y a no esperar nada bueno del mañana.
Y esa declaración es tan triste, sobre todo para una persona que aun no vive ni la mitad de su posible vida.
Ya a momentos no quiero más ¿razones para seguir?
pocas... pero concisas.